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La relación entre Shakira y Gerard Piqué, marcada durante años por tensión mediática y una ruptura seguida de múltiples controversias públicas, atraviesa ahora una fase más estable. Según nuevas informaciones difundidas por el medio español Vanitatis, la expareja ha retomado la comunicación directa, sin recurrir a intermediarios. Esto con el objetivo de garantizar una convivencia parental más fluida para sus hijos, Milan y Sasha. Este cambio representa un avance significativo, considerando que durante meses ambos optaron por evitar cualquier diálogo personal. De hecho, Tonino, hermano de la artista colombiana, había asumido el rol de enlace entre Shakira y el exfutbolista. Lo que reflejaba la distancia emocional que persistía tras su separación.
Sin embargo, fuentes citadas por el medio aseguran que ahora las conversaciones se realizan por teléfono o a través de mensajes de WhatsApp, y que pueden desarrollarse “sin discutir”. Aunque se limitan estrictamente a asuntos relacionados con los menores.
El acercamiento, descrito como práctico y orientado al bienestar familiar, surge en paralelo a otros movimientos que han contribuido a disminuir la carga emocional del pasado. La reciente venta de la casa que compartieron en Barcelona —adquirida por el joven futbolista Lamine Yamal— cerró un capítulo simbólico para ambos. Aunque especialmente para la cantante, quien había convertido esa propiedad en uno de los espacios más vinculados a su vida en pareja.
En una entrevista reciente para el programa argentino Por el mundo, Shakira habló de Piqué con un tono distinto al que predominó en las canciones que siguieron a la ruptura. La artista destacó la disciplina del exfutbolista y su influencia positiva en la formación de sus hijos. Según dijo, la constancia y el compromiso han sido valores clave que los pequeños han aprendido gracias al ejemplo de su padre.
Aun así, fuentes cercanas aclaran que este acercamiento no representa una reconciliación sentimental. Sino una transición hacia una etapa de cordialidad orientada exclusivamente a la crianza compartida.
La vida profesional de ambos continúa en direcciones distintas: Shakira centrada en su actividad musical desde Miami, y Piqué enfocado en sus proyectos empresariales tras retirarse del fútbol.
